Un poco de historia
En primer lugar, hablaremos del término, pues deriva de la lengua latina eclesiástica, que a su vez la ha tomado en préstamo de la lengua griega; significa literalmente “instruir a viva voz”, y tenía el fin de hacer resonar el anuncio ya precedentemente recibido.
Aparece muy tempranamente en la historia de la Iglesia: “el catecumenado de los primeros siglos puede ser descrito como una institución eclesial de tipo pastoral-litúrgico, nacida y consolidada de la experiencia, aprobada por la autoridad eclesiástica, desarrollada al interno de las comunidades cristianas a partir del fin del siglo II y difundida rápidamente por todas las Iglesias durante el silgo III y la primera mitad del IV. Esta se transforma en la segunda mitad del siglo IV, y permanece todavía viva durante el V siglo, aunque en lenta decadencia hasta desaparecer completamente en los siglos VI y VII”[1].
Es mucho después, con el Concilio Vaticano II, cuando se dispone su recuperación: “Restáurese el catecumenado de adultos dividido en distintas etapas”[2]. De ahí que, años más tarde, en 1972, la Sagrada Congregación para el Culto Divino preparara el Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos.
Finalmente, la Conferencia Episcopal Española nos ofrece sus “Orientaciones Pastorales para el Catecumenado”, que recomendamos tener muy en cuenta al comenzar el proceso; así como las directrices que el “Directorio Diocesano para la Pastoral de los Sacramentos” nos presenta para nuestra Iglesia particular de Cartagena.
¿Qué es el Catecumenado y cuál es su objetivo?
Se trata, ante todo, de un proceso formativo, de “un lugar típico de catequización, institucionalizado por la Iglesia para preparar a los adultos que desean ser cristianos a recibir los sacramentos de la iniciación”[3].
El fin que se persigue es que el adulto, que ya ha sido convertido, llegue a profesar la fe[4], así como un ejercitarse “en un modo de vida apropiado”[5]. Por lo tanto, fe y vida van de la mano, pues el Catecumenado “está al servicio del proceso de formación en la fe y en la vida cristiana de aquellos catecúmenos que desean recibir el bautismo e incorporarse en la Iglesia”[6].
Una de las características ineludibles es su vínculo comunitario, de ahí que la comunidad cristiana, dada su maternidad y su función educadora[7], “debe ayudar a los candidatos y a los catecúmenos durante todo el período de la iniciación”[8].
Destinatarios
Como bien apunta la Conferencia Episcopal Española: “Son destinatarios del catecumenado: aquellas personas adultas que no han recibido el bautismo y piden los sacramentos de la iniciación cristiana para entrar en la Iglesia (Cf. CIC 864)”[9].
Además de los adultos mayores de dieciocho años, también son destinatarios del catecumenado: “los adolescentes jóvenes entre los trece y los dieciocho años; y los niños entres los siete y los doce años”[10].
Etapas y tiempos del itinerario litúrgico-catequético y espiritual
Al tratarse de un proceso, presentamos este itinerario “como un camino de conversión y crecimiento en la fe que se desarrolla en el seno de la comunidad cristiana, estableciendo etapas a través de las cuales se va avanzando en la fe”[11].
Duración: ilimitada.
Categoría: precatecúmenos, simpatizantes, interesado
Contenidos: se pretende un acercamiento a Cristo y los Evangelios. “Durante este tiempo el acento ha de ponerse en el anuncio del Evangelio, anuncio del Dios vivo y de Jesucristo, del que debe brotar la fe y la conversión inicial y ha de madurar la voluntad de seguir a Jesucristo […]. También se ha de trabajar para suscitar en los catecúmenos la búsqueda de la verdad, el sentido de la vida, y ayudar a discernir el deseo y la motivación que les lleva a la petición del Bautismo”[1].
Celebraciones: encuentros humanos donde se den lugar “la acogida, el diálogo, el testimonio de la fe, el servicio de la caridad”[2].
Finalidad: despertar la fe.
Función: acogida.
Rito de paso: Rito de Entrada en el Catecumenado. Para ello, antes, “se ha de notificar al obispo el inicio del proceso de la iniciación cristiana de un adulto”[3] por medio de una carta de solicitud.
Descargas:
Modelo de Solicitud para la Admisión en el Catecumenado.
Rito de Entrada en el Catecumenado.
[1] Orientaciones pastorales para el catecumenado, 13.
[2] Orientaciones pastorales para el catecumenado, 13.
[3] Obispado de Cartagena, Directorio Diocesano para la Pastoral de los Sacramentos, Diócesis de Cartagena, Murcia 2015, 8.
Duración: uno o más años.
Categoría: catecúmenos, oyentes, candidatos.
Contenidos: catequesis integral y por grados, profundizando en el credo, los sacramentos, la moral y la oración. “Durante este tiempo el catecúmeno recibirá una catequesis que le introducirá en el conocimiento del misterio de la salvación, en la práctica de la vida cristiana y en el ejercicio de la caridad, en la oración y la celebración litúrgica, y en el testimonio de vida”[1].
Celebraciones: celebraciones de la Palabra, exorcismos menores, las bendiciones de los catecúmenos y rito de la unción. “En él puede llevarse a cabo la entrega de los Evangelios”[2].
Finalidad: profundizar la fe. “Es un tiempo de asentamiento y maduración de la fe que acaba con la celebración del rito de la elección. Para ser elegidos se requiere la fe iluminada y la voluntad de recibir los sacramentos”[3].
Función: iniciación.
Rito de paso: Rito de la Elección o Inscripción del nombre.
Descargas:
Las bendiciones de los catecúmenos.
Rito de la Elección o Inscripción del nombre.
[1] Orientaciones pastorales para el catecumenado, 14.
[2] Directorio para la catequesis 2020, 63.
[3] Orientaciones pastorales para el catecumenado, 14.
Duración: una cuaresma.
Categoría: elegidos, iluminados, competentes, decididos o aspirantes.
Contenidos: retiro intensivo, preparación inmediata. “La formación en esta etapa tiene preferentemente un carácter espiritual y ascético. Se dirige al corazón de los catecúmenos para purificarlos por la oración y la penitencia y se dirige a la mente para iluminarla por un conocimiento más profundo de Cristo”[1].
Celebraciones: Primer Escrutinio en el Tercer Domingo de Cuaresma, Entrega del Símbolo, Segundo Escrutinio en el Cuarto Domingo de Cuaresma, Tercer Escrutinio en el Quinto Domingo de Cuaresma, Entrega del Padrenuestro.
Finalidad: madurar la decisión.
Función: iluminación.
Ritos de paso: Ritos para la preparación inmediata en el Sábado Santo: Recitación del Símbolo, Rito del Effetá, Elección del nombre cristiano y Unción con el óleo de los catecúmenos. Celebración de los Sacramentos de la Iniciación en la Vigilia Pascual, Domingo de Resurrección.
Descargas:
Entrega de la Oración dominical.
Modelo de Solicitud para la recepción de los Sacramentos de la Iniciación Cristiana.
Ritos para la preparación inmediata.
Celebración de los Sacramentos de la Iniciación.
[1] Orientaciones pastorales para el catecumenado, 15.
Duración: tiempo pascual (cincuenta días).
Categoría: neófitos, nuevos cristianos.
Contenidos: catequesis sacramental y litúrgica. Se persigue “la profundización en la experiencia nueva de los sacramentos recibidos, mediante la renovación de las explicaciones y la recepción frecuente de los mismos. En él se atiende a la inteligencia más plena y fructuosa de los misterios recibidos, se desarrolla la experiencia espiritual de los nuevos fieles en la comunidad cristiana y se aprende a asumir los compromisos y responsabilidades propias del cristiano, miembro de la Iglesia”[1].
Celebraciones: Eucaristías comunitarias y aniversario del Bautismo.
Finalidad: integrarse en la comunidad.
Función: contemplación.
[1] Orientaciones pastorales para el catecumenado, 16.
[1] Cfr. G. Groppo, Catecumenato antico, en: Joseph Geavert (director), Dizionario di Catechetica, Leumann (TO), Elledici 1986, 134.
[2] Sacrosanctum Concilium, 64.
[3] Directorio General para la Catequesis 1997, 256.
[4] Cfr. Mensaje del Sínodo de los Obispos 1977, La catequesis en nuestro tiempo con especial atención a los niños y a los jóvenes, 8.
[5] Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos, 19.
[6] LXXVIII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, Orientaciones pastorales para el catecumenado, CEE, Madrid 2002, 7.
[7] Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, 169.
[8] Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos, 41.
[9] Orientaciones pastorales para el catecumenado, 28.
[10] Orientaciones pastorales para el catecumenado, 29.
[11] Orientaciones pastorales para el catecumenado, 12.