Directorio para la catequesis, 117
La diaconía de la Palabra de Dios, junto con la liturgia y con la caridad, es un servicio ejercido por los diáconos para hacer presente en la comunidad a Cristo que se hizo siervo por amor (cf Lc 22,27; Flp 2,5-11). Además de ser admitidos a la predicación homilética, también son llamados a prestar una «solícita atención a la catequesis de los fieles en las diversas etapas de la existencia cristiana, de forma que les ayuden a conocer la fe en Cristo, a reforzarla con la recepción de los sacramentos y a expresarla en su vida personal, familiar, profesional y social». Los diáconos serán implicados en los programas catequísticos diocesanos y parroquiales, especialmente en lo que atañe a iniciativas relacionadas con el primer anuncio.