¿Sabías que el Concilio de Trento tomó en gran consideración la función eclesial de la catequesis? Declaró la obligación de la predicción y de la catequesis a los párrocos y curas de almas; a los párrocos prescribió hacer la catequesis en la preparación a los Sacramentos; a los Obispos, Arzobispos, Primados y a los diversos Ordinarios hace obligación de exponer la Sagrada Escritura “para que el tesoro celeste de los libros sagrados no venga olvidado”, instituyendo el oficio del Canónigo teólogo, que era el biblista y catequista oficial de la Diócesis.