Recordando: 7) ¿Sabías que…?

 

 

¿Sabías que los grados formales del Método de Mónaco (o Münich) son cinco?

  1. Preparación. El objetivo es despertar el interés del niño a través del enganche a la lección precedente (lo ya conocido) con preguntas que impliquen al catequizando. Se debe decir la finalidad de la lección para despertar el interés, configurando una clara unidad didáctica.
  2. Presentación o exposición. Se comunica la verdad o normal moral de manera intuitiva y atrayente, recurriendo a una historia (bíblica), una parábola, una comparación… que contenga el contenido doctrinal o moral.
  3. Explicación. El catequista conduce, por inducción, de lo particular-concreto a lo general-abstracto, pues el pensamiento de los catequizandos es guiado de lo superficial a lo profundo. Se puede hacer con preguntas, dialogo, palabras clave… implicando a los destinatarios, para que, de oyentes pasivos, se transformen en protagonistas.
  4. Síntesis o resumen o recapitulación. Es una recogida de los resultados de la explicación, en colaboración activa de los catequizandos, con la ayuda de las palabras clave. El catequista muestra la concatenación armoniosa de las verdades aprendidas con otras de la fe cristiana. Sólo en este punto es oportuno el uso del catecismo, como síntesis a aprender de memoria.
  5. Aplicación. Es el momento de la acción para dirigir las ideas y propósitos hacia la vida cotidiana. La voluntad debe ser solicitada para poner en acto cuanto ha sido conocido y comprendido. Debe iniciar en la catequesis para llevarlo a la vida. Conviene usar una breve historia, la liturgia u oración final.

 

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