La adolescencia y la juventud es una etapa de la vida espectacular para experimentar el encuentro con Cristo. Por eso, la catequesis, puede ayudar al joven a madurar su fe inicial o su fe de niño para ponerlo “no sólo en contacto, sino en intimidad con Jesucristo”[1]. No hay que esperar a recibir un sacramento para ir a catequesis. También puedes vivir esta experiencia ahora, si este es tu deseo: “A la luz de la fe, la búsqueda de la verdad y la libertad encuentran su sentido auténtico, el deseo de amar y ser amados, aspiraciones personales y compromiso apasionado con los demás y con el mundo”[2]. Por eso, desde la Delegación Episcopal de Catequesis te ofrecemos estos materiales para que con el grupo de adolescentes o jóvenes y en el seno de la Iglesia, puedas vivir una aventura apasionante, pues, “un joven ya no es un niño, está en un momento de la vida en que comienza a tomar distintas responsabilidades, participando con los adultos en el desarrollo de la familia, de la sociedad, de la Iglesia”[3].
[1] Catechesi Tradendae, 5.
[2] Directorio para la catequesis, 252.
[3] Christus Vivit, 64.