Todos somos diferentes: unos altos, otros más bajos; unos delgados, otros más gruesos; unos con pelo, otros más calvos; unos que corre más, otros que van más despacio; unos que saben escribir, otros que saben escuchar; unos que pueden saltar, otros que saben abrazar; unos que pueden ver, otros que saben escuchar; unos que saben pintar, otros que saben reír…
Todos somos diferentes, y a todos Dios nos ha dado dones y cualidades diferentes, lo que nos hace únicos, irrepetibles… especiales. Por eso, las personas con diversas capacidades o discapacitadas, también están “llamadas a la fe y a una vida plena y llena de significado”[1] y “son una oportunidad de crecimiento para la comunidad eclesial”[2].
Por eso, estamos llamados, como Iglesia, a acoger de manera inclusiva a las “personas con discapacidad dentro de los itinerarios de catequesis”[3], lo que requerirá una formación específica para catequistas que sepan acompañarlos[4].
Estamos convencidos de que, con ellos, como protagonistas de la evangelización, podemos descubrir el paso del Señor por sus vidas y la belleza y la alegría de la fe que son capaces de transmitir[5].
Con este motivo, el Papa Francisco ha escrito un mensaje que dirige de manera especial a las personas con discapacidad para anunciarles el amor que Dios les tiene y su necesaria colaboración en la misión evangelizadora de la Iglesia.
Aquí te dejamos el enlace:
Por todo esto, queridos catequistas, queremos compartir con vosotros, una sección en la que podáis encontrar ánimos, recursos e ideas para una catequesis inclusiva.
[1] Directorio para la catequesis, 269.
[2] Directorio para la catequesis, 270.
[3] Directorio para la catequesis, 271.
[4] Cfr. Directorio para la catequesis, 271.
[5] Cfr. Directorio para la catequesis, 272.