Directorio para la catequesis, 143
El catequista es un maestro que enseña la fe. Él, que hace del testimonio su primera virtud, no olvida que también es responsable de la transmisión de la fe de la Iglesia. En su formación, por tanto, tiene que haber tiempo de profundización y de estudio del mensaje que debe transmitir teniendo en cuenta el contexto cultural, eclesial y existencial del interlocutor. No se debe subestimar la exigencia de este aspecto de la fomación que además está íntimamente relacionado con el deseo de profundizar en el conocimiento de Aquel a quien el catequista en la fe ya ha reconocido como su Señor. La asimilación del contenido de la fe como sabiduría de la fe se realiza ante todo familiarizándose con la Sagrada Escritura y el estudio del Catecismo de la Iglesia Católica, como con los catecismos de la Iglesia particular y los documentos magisteriales.